sábado, 27 de febrero de 2010

Los olvidados


En el mundo ocurren cosas terribles, y sin embargo, la gente sigue viendo la tele entretenida, trabajando arduamente para adquirir bienes materiales, mientras olvidan su alma. En la guerra de Iraq, por ejemplo, en la que los Estados Unidos atacó un país por tener "armas de destrucción masiva" (algo que resulto ser una gran mentira), y estar ligados al "terrorismo", murieron más de 100.000 civiles, muchos más, la mayoría mujeres y niños. ¿Entienden cuántos niños murieron?! Ni hablar de los que perdieron a su familia y/o quedaron discapacitados. Niños que nunca entendieron por qué, veían como su casa explotaba por los aires, vieron a su familia morir, a su hermanito, a su perro.

   Sin embargo, no hay que ir muy lejos para ver a los olvidados, aquí mismo están, en Argentina. Ellos salen a pedir monedas, y a juntar algo de la basura que puedan comer o vender. Muchas veces no entienden por qué los miran con desprecio, por qué sus padres los abandonaron, y por qué otros tienen tanto, y ellos, tan poco. Ven a la gente pasar indiferente, y no entienden tanta Injusticia. Algunos de sus amigos desaparecen, secuestrados para la prostitución infantil, y no los vuelven a ver más. ¿Por qué la vida es tan injusta? Se preguntan...No saben que la vida no es la injusta, sino los hombres que les dejaron un mundo podrido, y que nunca los miran a los ojos. No saben que los que no tienen nada no son ellos, sino aquellos que los ignoran, con el alma muerta, esos que pasan por al lado y siguen su vida como si nada, muy ocupados en quién sabe qué.
   Los olvidados terminan desconfiando y a veces, odiando, a aquellos que los abandonaron, secuestraron, ignoraron. Eso sí, la culpa es de ellos, por no tener plata, por no tener que comer, por no tener educación, por no darle una buena imagen a la ciudad, la culpa es siempre de ellos, y ellos se resignan a creer esa mentira. A veces algún periodista, buscando alguna nota sentimental, o para desprestigiar al gobierno de turno, les hace una nota, y les pregunta como viven. Aprovechan, porque esa semana comen bien, pero saben que a la siguiente empieza el mundial, y ya los dejaran de lado de nuevo. Los olvidados sonríen, cuando alguien les regala algún juguete, algunas veces, para la colecta de Caritas. Sonríen, si, alguna vez al año. Pero viven el ahora, porque perdieron las esperanzas en el mañana.
   Ellos son los niños olvidados. Como aquel que te pidió una moneda en el micro, o te quiso vender una estampita, ese que capaz  ignoraste o al que le diste 50 centavos, para que se vaya rápido y tu conciencia te deje tranquilo. ¿Te acordás ahora, de ese niño?

1 comentario:

  1. "No es lo mismo matar la pobreza que a los pobres matar"..Lo peor es que hay niños, que tiene que comer, tienen donde dormir pero no tienen el amor de su familia, algo que define el futuro de una persona.

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